En lo que sigue, nos gustaría informarle acerca de nuestras bolas de limpieza. En general, es recomendable ponerse en contacto con nuestro personal de servicio en caso de duda, ya que las bolas de limpieza inadecuadas pueden dañar permanentemente su sistema. En particular, las esferas revestidas de corindón pueden causar corrosión junto con aguas de refrigeración que contienen cloruro. El número de bolas de limpieza por condensador o intercambiador de calor que se requiere en el funcionamiento normal, denominado relleno básico en la jerga técnica, se calcula sobre la base de la sección de tubería a limpiar en una pasada y las propiedades específicas de las bolas de limpieza seleccionadas. Sobre la base de nuestra experiencia, se ha demostrado que un sistema puede funcionar de forma óptima si las tuberías del sistema se limpian a intervalos de 5 minutos por un paso de bola. Para un condensador unidireccional, esto significa que se obtiene un relleno básico de aproximadamente el 10% con un tiempo de circulación de la bola de aproximadamente 30 segundos. Si desea utilizar nuestras bolas de limpieza en una planta de desalinización de agua de mar, se recomienda una conducción discontinua debido a aspectos termodinámicos. El relleno básico por etapa es entonces del 30 al 50%. El comportamiento de las bolas de limpieza depende del sistema (alimentación, dinámica del flujo, etc.) así como de las propiedades específicas del material de las bolas de limpieza. Para una mejor distribución de las bolas de limpieza en la planta, se pueden utilizar bolas con diferentes velocidades de hundimiento. La selección del diámetro de bola adecuado se lleva a cabo sobre la base de la pérdida de presión entre la entrada y la salida del condensador o el intercambiador de calor.
En general, el diámetro de la bola debe exceder el diámetro de la tubería. Sobre la base de nuestra experiencia recomendamos en la mayoría de los casos un exceso de +1 a +3 mm. La dureza apropiada de la bola se determina por medio de la presión diferencial, el caudal y el ángulo del tamiz. La vida útil de las bolas de limpieza depende decisivamente de la intensidad de limpieza y del acabado superficial de las tuberías.
Nuestra experiencia muestra que las bolas de limpieza tienen que ser intercambiadas cada 3 a 6 semanas en promedio. Dependiendo de las condiciones de aplicación, sin embargo, éstas pueden variar enormemente hacia abajo o hacia abajo. Por ejemplo, las tuberías fuertemente incrustadas o corroídas reducen en gran medida la vida útil. Si se encuentra un mayor desgaste de la bola, se debe considerar el alisado de las superficies internas de la tubería con bolas de limpieza abrasivas.
Para la mayoría de los clientes, una bola de limpieza media es la mejor solución entre propiedades óptimas del material y buena vida útil. Teniendo en cuenta las siguientes instrucciones, una vez limpias las bolas de limpieza tienen una capacidad de almacenamiento casi ilimitada:
- Conservar en el embalaje original para que las bolas no se deformen.
- Guardar en un lugar fresco y seco.
- Proteger de la luz directa del sol.